Desde ensayos experimentales hasta la pintura con acuarela: el diseño de iluminación para clases especializadas no obedece a ningún esquema universal, sino que se adapta específicamente a las circunstancias y funciones del espacio. Un requisito muy importante es que las luminarias ofrezcan una adecuada prevención del deslumbramiento (UGR < 19). Esto fomenta la concentración de los alumnos, y posibilita una visión óptima sin fatigar los ojos durante el uso cada vez más frecuente de tabletas y ordenadores portátiles. Cada especialidad requiere una intensidad luminosa mínima diferente. Mientras que 500 lux bastan para las salas de ordenadores, las aulas de música o arte necesitan un mayor nivel de luminosidad (750 lux). El dibujo, la pintura y las artes plásticas constituyen tareas visuales muy exigentes. Además de una muy buena iluminación, es necesario contar con un elevado índice de reproducción cromática (IRC ≥ 90) para que los colores tengan una apariencia natural
Si en una clase se utilizan pizarras o diagramas, se recomienda utilizar bañadores de pared adicionales. En salas de equipos informáticos es necesario asegurarse de que el deslumbramiento directo y reflejado sea el menor posible. Para reducir las sombras duras en clases de música o teatro, lo mejor es optar por una combinación de luz directa e indirecta. Allí la iluminación también debe poder adaptarse a distintas situaciones, desde sesiones de calentamiento hasta ensayos. Para ello conviene utilizar un sistema de gestión lumínica dotado de programas de iluminación controlables por separado. En algunas clases especializadas, como por ejemplo talleres y laboratorios, las luminarias deben ofrecer muy buenas condiciones de iluminación para garantizar la seguridad de los alumnos, y además ser resistentes al polvo y a las partículas. Las luminarias resistentes al impacto proporcionan seguridad adicional en aulas donde se llevan a cabo experimentos.
