Parámetros de acústica de salas

Tiempo de reverberación

El tiempo de reverberación es uno de los factores más importantes para valorar la acústica de una sala. La reverberación se produce cuando las ondas sonoras se reflejan varias veces en las superficies duras (de la sala). El tiempo de reverberación (indicado en segundos) determina el eco de un recinto. Ejemplo: mientras que una iglesia tiene un tiempo de reverberación muy largo, un estudio de sonido o un cine ofrecen un tiempo de reverberación muy corto.

Iglesia

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Teatro

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La norma DIN 18041 contiene recomendaciones para un tiempo de reverberación adecuado. Este depende del volumen de la sala y del uso al que esté destinada. Para oficinas se especifica un valor de entre 0,6 y 0,8 segundos en función de su tamaño. En salas con eco se habla intuitivamente a un nivel más alto y con ello también aumenta el volumen total en la sala, en lo que se conoce como ‘efecto Lombard’.

 

Para medir el tiempo de reverberación se registra cuánto tarda en disminuir el nivel de un sonido determinado (p. ej., un estallido) en 60 dB dentro de un recinto. Por eso también se habla de TR 60 (TR = tiempo de reverberación). El tiempo de reverberación puede calcularse con la ‘fórmula de Sabine’ o medirse directamente (medición acústica).

El tiempo de reverberación influye directamente en la inteligibilidad de la voz. La voz es más inteligible cuanto más corto es ese tiempo.

Inteligibilidad de la voz

Además del tiempo de reverberación, otro factor importante para valorar la acústica de una sala es la inteligibilidad de la voz. El índice de transmisión de voz (Speech Transmission Index, STI) puntúa la inteligibilidad de la voz de 0 (muy mala) a 1 (excelente). La inteligibilidad de la voz depende entre otras cosas del tiempo de reverberación. Esta es automáticamente peor con un tiempo de reverberación largo y mejor con un tiempo de reverberación corto. Una buena inteligibilidad de la voz es importante sobre todo en recintos en los que una persona debe hablar delante de un grupo, como en salas de conferencias o en aulas de enseñanza.

 

Lo contrario ocurre en oficinas de planta abierta: en ellas, una buena inteligibilidad de la voz supone una fuente de distracción. El umbral de distracción se alcanza con un STI de aproximadamente 0,5: si la inteligibilidad de la voz desciende por debajo de ese valor, el grado de distracción también descenderá con rapidez. Algunos estudios de psicoacústica demuestran que una buena inteligibilidad de la voz hace aumentar tanto la molestia percibida como el porcentaje de errores cometidos.

STI bajo

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STI alto

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Relación A-V

La relación A-V (área-volumen) es, junto al tiempo de reverberación y a la inteligibilidad de la voz, uno de los parámetros más importantes para salas en las que se recomienda adoptar medidas de insonorización. Para ello, la norma DIN 18041 especifica una relación mínima del área de absorción equivalente (A) existente en toda la sala respecto al volumen (V) de esta. Ese valor dependerá del uso y de la altura de la sala.